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jueves, 4 de septiembre de 2014

Turistas y otros animales

Alguno de los comentarios más celebrados de mi perfil en Facebook son las anécdotas laborales que con gran humor y mala leche refiero periódicamente. Mis amigos me comentáis que soy increíble e incluso en alguna ocasión me habéis llegado a preguntar si me las invento porque os cuesta creer que sea cierto. Pero no queridos amigos, ¡qué más quisiera yo que tener tanta imaginación! y sobre todo, que el ser humano no diera tanto de sí como da a veces.

Respecto a lo de que soy genial, no es mi intención discutirlo, pero ya he comentado que el mérito no es mío, es la gente la que me proporciona tan jugosas e inverosímiles anécdotas, yo sólo soy observadora y le aplico a todo mi filtro de fina ironía. El resto se lo tenéis que agradecer a la siempre sorprendente y en ocasiones decepcionante especie humana.

Para abrir boca, algunas rápidas preguntas absurdas y observaciones estúpidas, todas ellas realizadas por turistas reales, nacionales e internacionales:

-Discúlpeme, ¿dónde queda Alcatraz?. La última vez que lo comprobé estaba en San Francisco, EEUU. Luego descubrimos que se refería al Alcázar.

-¿Cómo podía saber el Greco cómo eran los Apóstoles exactamente para retratarlos?

-En una sala en que no hay ni un sólo cuadro pintado por el Greco y que, además, lo pone en la pared en letras enormes, una señora comentó a los amigos con los que iba: en esta sala es donde se puede ver la evolución pictórica del Greco.

-En el museo del ejército ¿hay buques?... sí señora, y una reproducción del Titanic a tamaño real atravesada en el patio, no te digo.

-En la galería de mujeres del museo sefardí (sinagoga del tránsito) que es el final de la visita, es frecuente que la gente pregunte dónde queda la sinagoga, por la que se supone que llevan paseando un cuarto de hora como mínimo.

-En la galería de mujeres de la sinagoga del tránsito, un señor se giró hacia mí muy malhumorado y me preguntó ¿se puede saber dónde están los Grecos? a lo que, con la mejor de mis sonrisas respondí ¿ha probado en el museo del Greco?.... pero entonces ¿dónde estoy?.

-Disculpe señorita ¿por qué el Greco no pintaba mujeres?. Sí pintaba mujeres. Es que sólo hay pintados hombres. Está usted mirando el apostolado, los Apóstoles sólo eran hombres. ¡Aaaah! va a ser eso.

-¿Cuánto vale la entrada? 2'50€... ¡Halaaa, qué caro! prefiero gastármelo en cañas.

Esto es así, un poquito a bote pronto. Prometo más entregas. Gracias por leerme.

Con cariño: Mercedes

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