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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Corazón, corazón

   Ayer estuve en el médico con mi madre, nada grave, sólo una consulta rutinaria. El caso es que en la sala de espera había una enorme televisión en la que no estaba el canal Noticias 24 horas como es habitual en estos sitios, no, lo que estaba era Tele 5 con el Sálvame... en algo se tiene que diferenciar la sanidad privada de la pública.

   Yo cogí una revista de moda que había por ahí, de esas que tienen el tamaño del apéndice de una enciclopedia, que tú te preguntas cuánto pueden tener que contar los de las tendencias y los cotilleos famosiles (sé que no existe pero me gusta inventar palabras... problem?). 

   El caso es que me encuentro, de repente, bombardeada por información y personajes cuya existencia desconocía por completo... y sigo sin tener muy claro quienes son muchos de ellos. Alternando entre la tele y la revista, deduzco por los titulares que a Julián Contreras Jr., hijo de la difunta Carmina Ordóñez, le va fatal en el restaurante que ha montado, que sus medio hermanos pasan de él y que ha intentado suicidarse... y todo ésto lo cuenta en la tele... supongo que estará directamente relacionado con lo de los apuros económicos. Miro para abajo, a ver qué se ha llevado este verano sin yo saberlo (porque no hay manera de que las revistas sean, ya no de la semana, sino del trimestre), veo que lo que está de moda es ser una divorciada rica y marcharte sola a alguna playa paradisiaca... fuera de mi alcance por diversos motivos. Vuelvo a mirar para arriba: María Patiño, a la que me cuesta reconocer por la cantidad de colágeno que se ha apretado en los carrillos, Lidia Lozano, Kiko Hernández, Mila Ximénez y demás esbirros, debaten sobre la desgracia del pobre Juliancito como si debatieran sobre la paz en Oriente Medio, cariacontecidos y discutiendo cómo es posible que sus malvadísimos hermanos no le hayan dejado dinero (¿soy la única que se acuerda de que el padre está forrado?), se preguntan cómo porras se ha pulido la herencia de la madre y los millones de las exclusivas, tal vez ellos mismos se respondieran pero no puedo soportarlo y vuelvo a mirar para abajo. En la revista, después de decenas de páginas recomendándome prendas y complementos que no bajan de las tres cifras (en serio, ¿para quién escriben?), me leo un reportaje de una trol de internet... y por fin me entero de que demonios es eso de trolear, que no lo sabía, resumo: una tipa que es rechazada en diversas entrevistas de trabajo, se dedica a insultar y ridiculizar desde el anonimato a los candidatos que sí consiguieron el puesto, como la cosa le gusta, no hay consecuencias y su vida sigue siendo una auténtica basura, se viene arriba y lo hace con famosos... ridiculizarlos, digo, los insulta y lo que la hace alcanzar el éxtasis es que la respondan, dice que lo dejará cuando le guste su vida... tenemos trol para rato, me temo. 
Alzo los ojillos a la tele y, ¡oh, sorpresa!, ocupa la pantalla una chica negra que me es totalmente desconocida pero que habla con más mala leche que las garrapatas, luego sabría que es una amante (o ex amante, ni idea) de Amador Mohedano... que hace falta tener estómago; en el plató está la ex mujer de Mohedano, la dignidad desborda ese plató. 

   Mi fe en el ser humano merma por momentos, no sé si seguir con la revista para millonarias divorciadas o si fijar la vista en el plató de la vergüenza, el caso es que echo un vistazo a la sala y descubro con sorpresa que una señora de mediana edad y bastante buena pinta, está mirando la tele tan embelesada que apenas se apoya en el asiento de lo tensa que está. Por fin se escucha el nombre de mi madre, ¡qué espera tan larga! o al menos a mí me lo ha parecido. Hasta la visión de esas reproducciones en plástico de partes del cuerpo humano descoyuntadas que adornan la consulta del médico me parece más agradable que la vena hinchada de la Patiño en primer plano.

   Lo más chocante de todo esto es que ambos productos son consumidos y muchísimo. No critico la prensa del corazón, es más, disfruto de los buenos cotilleos pero de forma sana: estos dos están liados, estos se han divorciado, esta se ha operado la nariz, este ha echado tripa... lo de tomarse tan en serio como si les fuese la vida en ello, me parece absolutamente surrealista, por parte de los periodistas profesionales y de los consumidores; también me parece, cuanto menos, indignante que en los tiempos que corren nos sugieran que compremos ropa de tres cifras o más... no sé, a lo mejor me lo tomo muy a la tremenda, al fin y al cabo sólo es entretenimiento, un poco retorcido para mi gusto, pero entretenimiento. No nos quejemos de que en España, licenciados e ingenieros estemos en paro o con trabajos basura que desaprovechan nuestra capacidad, mientras que chusma como la Chabelita, Kiko Ribera o los últimos que se han cepillado a algún tronista (¿alguien sabe lo que es eso? porque ahora todos los adolescentes quieren serlo) ganen miles de euros al mes, mas las exclusivas periódicas, sin saber hacer la o con un canuto ni apenas hablar, ¡¡pero si los consumimos!! ¿cómo no van a pagarles?... y me decían mis padres que sin estudios no sería nada en la vida, ¡ilusos!.

   No es mi intención juzgar a nadie a través de sus gustos o aficiones, a mí no me gusta que lo hagan conmigo, sólo se trata de compartir la sensación de tremendo estupor que me invadió al hallarme en un entorno hostil y desconocido para mí... pero lo que remató la tarde fue el anuncio de la edición 15 de Gran Hermano....... ¿¿¡¡15 años ya!!?? vamooooos....

   Bueno, yo me voy a sacarme los ojos, a leer a Tolstoi o a hacer meditación tibetana, no sé, lo que sea con tal de sacar de mi memoria la imagen de Belén Esteban merendando en directo a doble carrillo y tratando de decir algo a la altura del programa... no debió costarle demasiado.

   Con cariño: Mercedes

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